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LOOP: ¿Cómo fue la
creación de la historia, la vinculación de distintas
historias que entre si se complementan y relacionan con situaciones
plasmadas en la unión entre documental y argumental?
Oscar Andrade: El largometraje animado “Pequeñas
Voces” se basa en el cortometraje homónimo que realizó
Jairo Carrillo en el 2003, en el cual se mostraban las historias de 4
niños de forma episódica, sin mezclarlas y
estéticamente más basadas en sus dibujos. En el
largometraje, aunque la idea si era conservar la estética
naïve del dibujo infantil, sabíamos que debíamos
agregarle no solamente un diseño más profesional, sino
que también debíamos escoger los personajes con mayor
cuidado y trenzar sus historias, de manera que la película
tuviera la estructura de un argumental a pesar de estar basada en
testimonios documentales.
Históricamente el documental
siempre ha tomado elementos del argumental. Por ejemplo en “Nanook
el esquimal”; de Robert Flaherty (que se considera el primer
documental de la historia del cine) Nanook, personaje real, actuaba
sus propias situaciones bajo la dirección de Flaherty. En el
caso de “Pequeñas Voces” yo considero que
agregamos creativamente una parte importante de la historia, por lo
que podría decir que es 50% argumental y 50% documental.
LOOP: Hábleme de la creación
del story board y ¿cómo se define la parte conceptual
de la película?
O. A.: Aunque Jairo Carrillo llegó a
Jaguarcon un guión escrito tuvimos que, después de una
decisión conjunta, replantearlo por completo. Ya que las voces
de los testimonios serían la base de la narración,
decidimos escoger solo 5 personajes (después quedaron solo 4)
de los 11 que planteaba el guión.
En lugar de utilizar nuevamente un
guión escrito, se editó digitalmente el audio de las
historias de los 5 personajes principales. Basados en estos audios,
se dibujó el storyboard con un estilo gráfico
supremamente simple y finalmente se agregaron escenas completas que,
como la de la desolación del pueblo después de la
guerra o la escena de la misa en la iglesia, nunca fueron narradas
por los niños.
Durante la creación del
storyboard se desecharon secuencias completas, ya que se probaron
animaciones metafóricas o alegóricas que, aunque
pensamos podían aportar a la narración, finalmente
decidimos eliminar para darle unidad y realce a la historia
principal.
LOOP: ¿Cómo es la
organización que se formó al interior de la
producción, que papeles hubieron en este equipo y quienes
participaron en la creación de esta unión de fuerzas
para lograr un buen producto?.
O. A.: En cualquier producto audiovisual y
sobre todo en un largometraje animado, la organización es
crucial. En este caso, aunque la producción de “Pequeñas
Voces” fué ambiciosa, contó con un equipo
reducido de personas (en total unas 25 y nunca más de 8 al
tiempo) lo que hace que el equipo de trabajo no sea tan burocratizado
como una producción de Pixar o Dreamworks, que puede
fácilmente pasar de 300 personas para realizar una sola
película. En “Pequeñas Voces” el aporte
creativo de cada uno de los artistas que participaron incidió
en su resultado final. Yo lo comparo con los métodos de
“creación colectiva” utilizados por el Teatro La
Candelaria en Bogotá, en los cuales el director funciona más
como un coordinador, alguien que facilita y da integridad a la obra,
pero que no necesariamente toma todas las iniciativas.
Otro elemento particular de la
producción de “Pequeñas Voces” es que en su
mayoría las personas que participaron fueron alumnos míos
de la Universidad o tomaron cursos libres en Jaguar antes de hacer
parte del equipo. Esto fomentó un ambiente de investigación
y aprendizaje único, que a mi parecer se siente en el
resultado final.
LOOP: ¿Podría explicarme
cómo fue el proceso y duración de las etapas de
producción?.
O. A.: Se escanearon alrededor de 500 dibujos
entre los cuales habían dibujos de los niños y niñas
entrevistados. Tuvimos una revisión inicial de todas las
grabaciones de voces testimonionales así como de videos de
psicólogas que analizaban los dibujos de los niños.
También vimos películas de animación que tratan
de temas similares, en especial “Mi vecino Totoro”; del
director Hayao Miyazaki y “La tumba de las luciérnagas”
del director japonés Isao Takahata. Esta última fué
muy importante ya que trata de dos hermanos (de 12 y 3 años
aproximadamente) que mueren en Japón durante la segunda guerra
mundial.
En estos procesos y el storyboard
tardamos 6 meses, hay que pensar que sin un buen storyboard, el
fracaso de la película será casi seguro. La producción
de animación duró alrededor de 3 años. El render
tardó 4 meses. La conversión a estereoscópico
tardó alrededor de 3 meses.
LOOP: ¿Qué tanta libertad
creativa se tenia al interior del grupo para tomar decisiones y
conseguir el producto? ¿Como fué el empeño y
corazón por parte del grupo de producción?
O. A.: Aunque la libertad de un artista nunca
es total en una película, ya que se debe plegar a las
decisiones tomadas en las etapas de preproducción (storyboard,
animatic, layout) y en general a las directrices del director, en
“Pequeñas Voces” como mencioné antes, los
animadores de personajes 2D principales (Manuel D’Macedo y
David Correa) dieron solo alma a los personajes, ampliando y
detallando las acciones. También podemos decir lo mismo de
aquellos que realizaron el montaje 3D y de cada uno de los
integrantes del equipo.
LOOP: ¿Cómo se organizó
la producción, que sistemas de administración se
manejaron?
O. A.: El sistema de administración fué
simple, manejamos hojas de cálculo en OpenOffice (programa
gratuito) que nos permitían controlar los avances de la
realización en cada momento. También realizamos una
planeación inicial de como estructurar las carpetas y los
archivos de forma lógica. En un trabajo de este tamaño
si las cosas se salen de control se pueden perder meses, incluso años
por un error cometido en segundos. Una buena administración no
debe notarse, es decir, debe permitir a los artistas trabajar sin
contratiempos, minimizando al máximo posibles fallas.
Es para mi un orgullo decir que tuvimos
un mínimo de errores durante todo el tiempo de producción,
sin contar que al mismo tiempo estábamos produciendo una serie
de televisión (“Flotanautas”) y realizando el
festival Loop.
Me sorprende que otros empresarios
sientan que no estamos preparados para crear proyectos de gran
envergadura, y en muchos casos he oído decir que debemos
copiar a los norteamericanos o no podremos salir adelante. Para mí
ésta es una limitante mental, abundante en nuestro país
y en latinoamérica, que puede refutarse fácilmente con
el éxito internacional que hemos tenido en “Pequeñas
Voces”, así como en los demás proyectos que
Jaguar ha enfrentado en el pasado.
LOOP: ¿Cuál es la
importancia de tener en cuenta y tratar historias tanto de niños
víctimas como victimarios?
O. A.: Una crítica que recibí
sobre “Pequeñas Voces” es que la situación
de la guerra interna colombiana, es decir, sus orígenes
sociales y económicos, están ausentes, precisamente
porque nunca muestra a los victimarios como personajes sino como
agentes anónimos que son difícilmente diferenciables,
aunque pertenezcan a facciones enemigas del conflicto. Esta decisión
salió de los testimonios de los mismos niños, quienes
no distinguen un guerrillero de un paramilitar y solo ven que el
dolor y muerte que ellos causan no tiene color alguno.
LOOP: Hábleme de la estética
y look que tiene la película, ¿cómo se
diseñaron los personajes, fondos y ambientes? ¿qué
referencias se tomaron y cual es la propuesta final que surge?.
O. A.: Los dibujos de los niños
sirvieron como inspiración para Karolina Villarraga,
diseñadora de la Universidad Nacional que hizo el diseño
de personajes y el diseño inicial de todo el arte. Desde el
comienzo sabíamos que los personajes serían 2D y toda
la composición sería realizada en 3D (para el caso se
utilizaron Adobe Flash y Autodesk 3dsmax). Después de muchas
pruebas, se decidió que los personajes principales llevarían
contornos duros y enfocados, de tipo vectorial, y los figurantes y
extras tendrían una estética más parecida a los
dibujos originales de los niños, con muchos “errores”,
perspectivas descazadas y rasgos indefinidos. Creo que fué una
decisión acertada, ya que dió mayor foco a las acciones
de los personajes principales.
En cuanto al 3D, considero que el
trabajo de Ricardo García en la dirección de fotografía
de toda la película no solo fué destacable, sino una
tarea impresionante si contamos los 800 planos que la componen y que
tuvieron que ser iluminados uno por uno.
LOOP: ¿Cómo influye el
color en la narración y la dramaturgia; como son usadas las
propiedades narrativas de la estética del color y su impacto
sicológico dentro de el espectador?
O. A.: Por tratarse de cuatro historias
mezcladas, siempre tuvimos desde el inicio un color base para cada
una de ellas. La niña tiene una paleta de color
predominantemente rosada, los elementos relacionados con el niño
guerrillero tendían todos al verde (también por estar
en el monte), el niño de los perritos se orientó más
al color rojo, y para el niño que sufre la explosión
mayormente colores azules. De no ser así, el espectador se
perdería rápidamente entre una historia y otra.
Todo en animación se construye
desde ceros, así que cada elemento juega un papel fundamental
en la historia. El color es uno de los componentes básicos de
arte pictórico y como tal siempre debe ser planeado con
detalle para comunicar exactamente lo que se quiere. En esta labor
tanto Karolina como Adela Manotas (directora de arte) jugaron un
papel primordial.
LOOP: ¿Quienes estuvieron
encargados de realizar la mezcla de sonido y musicalización
en esta animación. El diseño de audio de que manera
aporta a la narración de la historia?
O. A.: El diseño sonoro estuvo a cargo
de la compañía Songo. Creo que el trabajo musical está
a la altura del diseño gráfico y no solo complementa,
sino que le da profundidad y dramatismo. En especial me gusta mucho
la canción principal, que se queda en la cabeza del espectador
al salir de la película.
Ya que todas las voces de los niños
fueron pensadas siempre como “voz en off”, es decir, no
parecen salir de las bocas de los personajes sino que hacen parte del
fondo sonoro, para los personajes se utilizó un “jerga”
o palabras que no dicen nada, pero ayudan a quitar la sensación
de narración muda que la voz en off le imprime.
El sonido inunda al espectador sobre
todo en una sala de cine, donde se puede jugar con la espacialidad
del lugar a través del sistema Dolby, y creo que Songo logró
un gran trabajo en este sentido.
LOOP: ¿Que papel tienen las voces
de los personajes?.
O. A.: Son la base de la película. Sin
la manera inocente y expresiva que los niños escogidos le
entregan a la historia, no hubiéramos tenido largometraje. Que
sea el momento de rendir un homenaje a la perseverancia y tenacidad
de estos niños anónimos. Espero que hayamos rescatado
adecuadamente el espíritu de sus palabras.
LOOP: Hábleme acerca del montaje
dramático, el ritmo y la edición de esta película.
O. A.: “Pequeñas Voces” se
inicia con los niños en la ciudad, cuando ya han sido
desplazados y nos cuentan situaciones tremendas que viven allí.
Está lloviendo, ya que Bogotá es bastante lluviosa, y
porque la lluvia ayuda a acentuar la sensación de nostalgia.
Este inicio es muy importante, porque le anuncia al espectador lo que
va a pasar, poniéndolo atento y en vilo.
Luego de ésto volvemos al campo,
donde en secuencias lentas, alegres y evocadoras, hablamos del
paraíso de la vida rural en familia. Poco a poco nos vamos
introduciendo en los indicios de violencia, amenazas de la guerrilla,
incursiones de los paramilitares y el ejército, hasta que
finalmente estalla la guerra.
Después de la guerra hay una
secuencia entera en la que vemos el pueblo destruído. Esto no
estaba en la narración de los niños, pero su inclusión
en la historia deja ver los estragos de destrucción y tristeza
que siguen a la guerra.
Finalmente viajamos con los niños
a Bogotá, en donde volvemos al inicio de la historia, dándole
así una sensación de circularidad.
LOOP: Cuéntenos acerca del papel
de Jaguar Taller Digital y LOOP.LA en la creación de este
largometraje animado.
O. A.: Jaguar se arriesgó tremendamente
al crear una película con recursos muy limitados, gracias a su
enfoque como “taller digital” es decir, una empresa en la
cual se investiga y se aprende, lo que hace parte de su filosofía
y misión. Otras empresas de mayor tamaño no lo lograron
antes, porque querían ante todo producir con millones de
dólares, poniendo de antemano límites que no tienen
nada que ver con el arte, que es lo que a nosotros nos importa
realmente.
Loop, el festival pionero en animación
y videojuegos que creamos en el 2003, nos permitió tener una
convocatoria más amplia para la consecución de personal
y, en conjunto, impulsar el arte de la animación que había
sido relegado totalmente en años anteriores por la imagen
real.
También a través de Loop
tuve personalmente un aprendizaje importante: ya que la mayor parte
de invitados han sido profesionales de la animación en
latinoamérica, pude enterarme de los presupuestos y métodos
de trabajo que se manejan en nuestra región, que guardan una
distancia tremenda con hollywood. Esto me tranquilizó y me
hizo entender que no es necesario tener un presupuesto inalcanzable
para sacar adelante un proyecto de largometraje, sino que la
estrategia fundamental es utilizar una estética y una historia
adecuadas.
LOOP: ¿Qué papel tiene
esta producción dentro del cine colombiano y cómo
sirve de incentivo para los que quieren realizar largometrajes
animados en latinoamerica?
O. A.: Colombia viene realizando animación
dibujada y de stop motion desde finales de los años 60. La
obra de Fernando Laverde , un esfuerzo aislado de hacer cine de
largometraje para el público general, contrasta con la gran
cantidad de comerciales publicitarios y presentaciones animadas, que
fueron la regla hasta años recientes, algo que también
fué cambiado por la producción de la serie “el
siguiente programa ” de Conexión Creativa.
Creo que “Pequeñas Voces”
destapa con fuerza un sector creativo que promete no solo dar mucho
trabajo a los colombianos sino también abrir posibilidades de
creación de historias diferentes, que involucren nuevos temas
y formas sorprendentes de contar y reflejar nuestra realidad.
En cuanto a Latinoamérica
nuestro cine se mueve entre dos vertientes: hacer películas de
“calidad internacional” más orientadas a historias
de tipo hollywood que no parecen ocurrir en ningún lugar de
latinoamérica y más bien están ambientadas en
Nueva York (“Gaturro” y la serie animada de “El
chavo” tienen a mi parecer este tono). Y por otro lado,
historias con fuerte color local, que muestran los acentos del idioma
y particularidades del país en el que fueron creadas. A mi
manera de ver “Pequeñas Voces” se enmarca en este
último grupo de películas, lo que me hace valorarla aún
más, ya que el mercado dominado por norteamericanos quiere
hacernos parecer a todos como un gran México sin matices.
LOOP: ¿Qué propuesta
innovadora tiene esta película en comparación con
otros largometrajes y películas que tratan estos temas al
interior de la industria en nuestro país?.
O. A.: La visión de los niños es
el principal aporte. En la guerra es dificil no tomar partido o
evitar ser fanáticos de una fuerza armada o de su enemigos.
Los niños en cambio ven esto como una guerra aparentemente
caótica y sin actores claros. Si fuera contada por adultos
podría generar desconfianza o dar la impresión de que
somos sectarios, quitándole toda credibilidad a la historia.
Por otro lado, quizás por ser
animación, se pueden contar historias que de otra manera
serían ofensivas o grotescas si fueran realizadas con actores
y escenarios reales.
LOOP: ¿Cómo es el proceso
de preparación de las escenas para estereoscopia y adecuación
de la película para ser proyectada en 3D?
O. A.: Este proceso estuvo a cargo de la
compañía Brash 3D, en donde Ricardo García y
Adela Manotas trabajaron después de terminar su labor en
Jaguar. Básicamente se tuvo que retocar escena por escena en
3dsmax para dar la impresión de profundidad. Vale la pena
aclarar que la estereoscopía es una técnica anterior al
cine mismo y surgió pocos años después de
inventarse la fotografía, en el año de 1832.
Considero que el trabajo de Brash fué
hecho con alto profesionalismo, pero realmente no modificó la
puesta en escena original que se planeó para dar profundidad y
dramatismo a la historia, desde los movimientos de cámara,
hasta la escogencia de los encuadres y la coreografía de los
personajes, trabajo que se realizó enteramente en Jaguar.
Actualmente la conversión a
estereoscopía se hace atada a licencias de marca, en este caso
de la marca RealD que es el sistema utilizado por la mayoría
de los teatros a nivel mundial y que cobran un dinero por las
herramientas que permiten convertir las imágenes a su sistema.
LOOP: Podría hacer un paralelo
entre el uso de recursos narrativos y el uso de recursos
tecnológicos al interior de las producciones.
O. A.: El arte se ha basado históricamente
en la técnica. Los pintores del medioevo y el renacimiento en
Europa conocían algo de química y en muchos casos
mezclaban sus propios materiales de pintura. El invento del lápiz
fué una revolución para el dibujo. En latinoamérica,
quizás por desconocer casi por completo los orígenes de
la tecnología que utilizamos diariamente, tendemos a
mitificarla, a ponerla en un pedestal, cuando realmente es solo una
herramienta.
Lo fundamental aquí es que el
artista que llega a dominar “con maestría” la
técnica, puede darle la vuelta y llegar a realizar lo que su
inspiración y su disciplina le provocan. “Pequeñas
voces” es un caso ejemplar, ya que con una técnica casi
primitiva y utilizando computadores que no superan la configuración
promedio, comunica de manera poderosa su historia. Es por eso que
aunque la técnica siempre sea la paleta del artista, debe
estar al servicio de lo verdaderamente importante que es la
narración, aquello que se quedará en la cabeza del
espectador por horas o días.
LOOP: Esta película ¿qué
impacto tiene y como aporta a los niños que sufren, que son
víctimas y victimarios del conflicto interno del país?
O. A.: Yo creo que el cine siempre es político
porque comunica una ética, una manera particular de ver el
mundo. En este caso la ética que nosotros quisimos resaltar es
la siguiente: no importa cuanto nos haga sufrir la guerra o la
situación de injusticia y desigualdad permanente que suceden
en Colombia, siempre habrá lugar para la esperanza, la
solidaridad y la unión familiar.
Aunque confío en el poder del
cine para inspirar y modificar el pensamiento de la gente, no soy
inocente. Sé que, a menos que sucedan transformaciones
políticas y económicas desde el Presidente de la
República para abajo, quienes históricamente han
destruído nuestra confianza y han malversado nuestros
impuestos, ninguna película (ni siquiera la nuestra) puede
transformar un país completo.
Desde otro punto de vista, la gota
rompe hasta la piedra más resistente si cae repetidamente
sobre ella. Aunque “Pequeñas Voces” no sea
probablemente la gota que genere la ruptura, espero que al menos
horade la dura piedra de la desigualdad y el robo a que nos tienen
sometidos nuestros “líderes”.
LOOP: Gracias a los testimonios de los
niños que mantienen su ingenuidad se da un punto de vista no
político, haciendo claro el hecho de que ellos no entienden
ninguna de esas posiciones. ¿Cómo aporta esto a la
visión que se tiene del conflicto?
O. A.: La reconciliación y el olvido
son la única salida. Como dice uno de los protagonistas:
“Nunca me puse a pensar quien fué, a quien echarle la
culpa, quienes fueron los culpables... Hay que echar para adelante,
mirar más allá del muro que tengo aquí
enfrente...”
LOOP: ¿La película puede
tener un papel como material educativo al ser presentado al interior
de las aulas para incentivar a los estudiantes a averiguar acerca
del conflicto?
O. A.: Quizás. Como profesor he
trabajado con comunidades y colegios de estrato bajo, tratando de
enseñar lo que sé, para que puedan mejorar su situación
económica, o al menos, crecer en capacidad intelectual. Pero
como artista quiero que mi obra sea apreciada como tal, sin pensar en
segundas intenciones. Para mí, el hecho de conmover hasta las
lágrimas al público es suficiente labor educativa. Lo
que haga cada persona después de experimentar la bella
tristeza que provoca la película, es cuestión
individual.
LOOP: ¿Qué tácticas
como son el tráiler y otro tipo de herramientas se usaron?
¿Que papel hacen estas como parte promocional de la película
para su realización y promoción?.
O. A.: El trailer es una pieza promocional de
corta duración (normalmente no superior a dos minutos) que se
edita a partir de la película terminada. En “Pequeñas
Voces” el primer trailer fué editado por Juan Felipe
Orozco (quien dirigió “Al final del Espectro” y
“Saluda al diablo de mi parte”) que se utilizó
para su participación en festivales, y más tarde se
hicieron otros trailers adicionales, con menos violencia explícita,
para su distribución final en salas de cine comercial.
También se produjeron afiches,
comercialies de TV, dummys de cartón para los lobbys de las
salas, invitaciones, muñecos de trapo, cajas de chocolates,
muñecos inflables, kits de prensa, DVDs de prensa. Esto todo
salió de Jairo Carrillo y RCN quienes coordinaron la labor de
prensa y comercialización de la película. La
comercialización es el 50% de cualquier proyecto empresarial y
“Pequeñas Voces” no puede escapar a ello si quiere
tener éxito en las salas comerciales.
LOOP: ¿Cómo se ha logrado
la participación de esta producción en gran cantidad
de festivales, cuales son y que reconocimientos ha recibido?
O. A.: Creo que el reconocimiento más
importante hasta ahora ha sido concursar como mejor ópera
prima por el premio “León del Futuro” en el
Festival de Cine de Venecia de 2010. Hay que tener en cuenta que se
presentaron casi 1.000 películas de todas partes del mundo
para la muestra en la que participamos y solo clasificamos 11. Eso es
un premio a nuestra labor creativa, ya que no solo éramos la
única película animada de todo Venecia sino además
la única película colombiana que participó en
ese año.
Haber ganado como Mejor Documental en
el Festival de Cine de Cartagena del 2010 también me alegra
muchísimo. Porque esta película fué hecha por
colombianos para colombianos, y Cartagena es el mejor reconocimiento
que se pueda recibir en Colombia para un cineasta.
Los demás festivales y premios
recibidos los pueden consultar en la página oficial de la
película en www.pequenasvoces.com
LOOP: ¿Algo mas que quiera
agregar a esta entrevista?
O. A.: El gobierno ha enfocado su labor en los
últimos años a traer empresas extranjeras de animación
como Pipeline en Medellín, que han llegado a tener la
desfachatez de decir que son “el único estudio de
animación” de nuestro país. Espero que en el
futuro nuestros impuestos sean invertidos en las empresas nacionales,
algo que no solo genere riqueza económica rápida basada
en la exportación, sino que nos permita a largo plazo crear
obras artísticas ambiciosas que trasciendan el tiempo y nos
ayuden a entender quiénes somos, cómo es nuestro país
y cuál es nuestro lugar en el mundo.
Quiero soñar con una industria
nacional de la animación y los videojuegos robusta, en la que
los canales y el gobierno inviertan en el producto nacional.
El arte es la manera que tiene una
sociedad de soñar su futuro y si dejamos de creer en nuestra
capacidad creativa, relegando nuestra labor a la de obreros sin
cabeza que sueñan sueños extranjeros, podemos apagar e
irnos.
CRÉDITOS PEQUEÑAS VOCES:
Idea original: Jairo Carrillo.
Dirección: Jairo Carrillo y Oscar Andrade.
Producido por: Cachupedillo Cine y Jaguar Taller digital S.A.
Dirección de animación: Oscar Andrade.
Producción ejecutiva: Oscar Andrade.
Asistencia de Dirección: Daniel Camilo Gómez.
Dirección de Arte: Adela Manotas.
Diseño de Personajes Principales y definición inicial de arte: Karolina Villarraga.
Montaje: Daniel Camilo Gómez.
Puesta en Escena: Manuel d'Macedo, Oscar Andrade, Karolina Villarraga, Jairo Carrillo, Daniel Camilo Gómez y Andrea Leitner.
Animación 2d: David Correa y Manuel d'Macedo.
Composición y Montaje 3d: Ricardo García, Miguel Ángel Rincón, Andrés Romero, Lina Ramírez, Jimmy Medina, Camilo Gutiérrez y Hugo Nicolás Rivera.
Modelado 3d: Ricardo García, Lina Ramirez, Andrés Romero, Miguel Ángel Rincón, Camilo Gutiérrez, Julián Peña y Adela Manotas.
Fotografía: Ricardo García, Camilo Gutiérrez y Germán Piñeros.
Texturas: Adela Manotas.
Diseño de Personajes Secundarios: Adela Manotas.
Animación figurantes: David Correa y Manuel d'Macedo.
Animación extras 2d: Adela Manotas, Catalina Matamoros y Juliana Mendez.
Render personajes en alta: Olmeider Ruiz.
Animatic: Manuel d'Macedo, Oscar Andrade, Daniel Camilo Gómez, Karolina Villarraga y Andrea Leitner.
Montaje y sonorización de animatic: Daniel Camilo Gómez y Oscar Andrade.
Desglose de Producción: Daniel Camilo Gómez y Dayra Galvis.
Administración de Render: Daniel Camilo Gómez y Oscar Andrade.
Computadores de render: 8088.net - William Rodríguez y Jaguar Taller Digital S.A.
Dirección administrativa: Donna Soriano.
Contabilidad: Alberto Candanoza.
Mensajeria y Aseo: Luz Marina Puerto.
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Oscar Andrade conferencia en Campus Party
Detras de camaras Pequeñas Voces
Entrevista en El Parlante Amarillo
Entrevista para Sala A Telesur
Entrevista realizada por:
Antares A. Tepeu López Zúñiga
En coproducción con:
Colombia Digital
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Oscar Andrade productor y director de cine, animador y profesor colombiano. Creador de Jaguar Taller Digital y el festival de animación LOOP nos habla acerca de la producción de Pequeñas Voces.